Hoy quiero besarte, y me doy cuenta de que hay algo en tus ojos que no me deja. Esos ojos que una vez llenaron dentro de mí un vacío que ni si quiera yo sabía que existía, los que dijeron un silencioso te quiero en una mirada y que mostraban la felicidad de un niño cuando se ilusiona por algo o alguien. Sin embargo me paro a pensar y esos son los ojos que llenos de lágrimas una vez dijeron que tenían que irse, que no podían quedarse a ver como el más precioso de los sentimientos, rompía las barreras y obstáculos del camino; esos son los cobardes ojos que no se atrevieron a enfrentar una realidad y que prefierieron seguir con una fantasía lejos de una persona que sin saber por qué se enamoró de ellos. Vuelves sabiendo que una fantasía no te da lo que te daba yo, que ni si quiera otra podría remplazar el vacío que causaste cuando me dejaste, vuelves sabiendo que eres indefenso si no estás a mi lado, y que si no son mis ojos los que te digan que te quiero con locura, no serán ningunos otros los que lo harán. Y vienes a mí con una sonrisa, una disculpa, y la mirada de un niño triste y enamorado;
-¿Por qué lo hiciste?¿Por qué me dejaste si sabías que sólo yo, puedo hacerte feliz?
+ Porque sabía que estar a tu lado me volvería completamente loco, y que una vez que empezara amarte, no podría parar nunca.
-Dame una razón por la que me hayas dejado de verdad.
+No lo sé, nunca tuve ninguna; eres perfecta y quizá el miedo a que tu perfección superara mi realidad, me hizo ver que la vida sólo sería pura locura a tu lado.
-¿Pura locura?
+No sé si te habrás dado cuenta, pero por amor se cometen miles de locuras y por si aún no lo sabes, me has enamorado.
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