sábado
Las malas costumbres, se pegan.
Me levanto por la mañana y miro en el espejo la silueta destrozada que dejaste después de marcharte. Me maquillo, me arreglo con la ropa que más te gustaba y en mi pensamiento grabo; si tu quisiste marcharte, yo no te voy a buscar, quien se va sin ser echado vuelve sin ser llamado, hoy comienzo una nueva vida, así sea a costa de la tuya. Haré que cada te quiero que dijiste se clave en tu alma, y cada lágrima que derramé por haberme dejado sola sean espinas que agujereen tu corazón, por cada sonrisa que me sacaste una forma menos de hacerte sufrir, y por cada momento de felicidad que pasamos juntos, una lágrima menos que te haré derramar para que te des cuenta de que perdiste lo mejor que tenías. Sé que me rebajo a tu nivel queriendo pagarte con la misma moneda, pero las malas costumbres se pegan y aunque esto no es signo de madurez, hoy seré tan cabrona, como tú me has enseñado a ser.
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