Quizá yo haya tenido suerte, porque a mi lado tengo el chico perfecto; él es la mejor persona que cualquiera puede echarse en cara, porque él es diferente; es especial.
Él es la razón por la cual todas las mañanas me levanto con una sonrisa en la cara, por la cual lucho día tras día a pesar del cansancio y la agonía, por la cual me doy cuenta que pase lo que pase vale la pena seguir adelante ya sea contra viento o marea. Porque estando junto a él no me importa quien venga o quien vaya, si siento su presencia cerca, todo pasa a estar en un segundo plano. Él es el motivo de que hoy pueda levantar la cabeza y comerme el mundo sonrisa a sonrisa, él es la esperanza que me queda cuando estoy apunto de rendirme, él es la sonrisa de mi felicidad, las lágrimas de mi tristeza, mi camino cuando no sé por donde ir, mi refugio cuando me siento sola, y mi abrigo cuando tengo frío. Él es esa persona por la cual daría lo imposible, por la cual me dejaría guiar a ciegas porque sé que si toma mi mano, no la soltaría.
Es como cuando sabes que es la persona ideal, y sientes que ya nada importa porque existe, porque está ahí; él es la persona que siento conmigo, la persona que escogí para que caminase a mi lado.
Él es mi compañero, mi amigo, mi vida.
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