No soy una más.

Apartaste las diferencias y diste por echo que era una más del montón, no pensaste en mí en ningún momento porque pensabas que si la primera fue de una manera y la segunda de la misma, yo también lo sería. Te equivocaste. 

Yo no soy como una más del montón, soy diferente y la verdad me enorgullezco de serlo. Soy extravagante me encanta llamar la atención, proponerme metas y cumplirlas es mi destino pues no soy como las que se rinden en pleno combate, mil momentos al día disminuyen mis ganas de seguir adelante pero mil y uno me hacen ver que si intentan echarme abajo, debo luchar con más fuerza. La envidia que provoco cuando paso por delante de los demás es enorme, no sé por que pero me parece que nací para que mi fama fuera criticada por los demás. Me señalan diciendo que soy rara, solamente porque vivo la vida a mi manera, y no sigo normas ni leyes, porque para mí la única ley que existe es; vive el hoy como si no hubiera mañana.

Te equivocaste pensando que sería de simple personalidad, y que después de haberme dejado sola, no pasaría nada más; ahora sabes que no soy del montón, y que como yo, no hay dos.

Fuiste el primero, y serás el último.

En mi vida he dado muchos pasos, todos ellos han traído consecuencias; y la mejor de ellas has sido tú. 
Me levantaba cada mañana pensando en que lo primero que vería nada más despertar, sería tu perfecto rostro; con esos ojos color marrón oscuro, que me miraban de una forma indescriptible pero totalmente especial, esa perfecta nariz que deslizabas a lo largo de mi pelo, y esos labios tan carnosos y tan exquisitamente sabrosos. Tu buenos días princesa hacía que mi cuerpo se tornara débil, y el deslizar tus manos sobre mi cintura hacía que me temblara el cuerpo de una forma totalmente impresionante. 
Mi razón sabía que debía levantarme, y volver a una rutina que cansaba todos mis sentidos, pero mi corazón ya tenía presente que no podría y que sólo tus caricias era lo que me hacía falta para sobrevivir un día. 
Fuiste el primero que tocó mi corazón, que se metió tan tan dentro que ni si quiera yo llegué a imaginar el haberte amado de tal forma, tus palabras de enamoramiento fueron aquellas que hicieron débiles mis sentimientos, y ablandaron mi armazón. Hoy puedo decir que no cambiaría tu existencia en mi vida por nada en el mundo, porque aunque ya no soy una niña has sabido hacerme volver a la infancia con sólo abrazarme, y aunque sabes que estaremos juntos hasta vernos envejecer, quiero que recuerdes que tu aliento, es lo único que quiero sentir a mi lado, en mi cuello, cada amanecer. 

A ella le daría mi vida sin pedirle nada a cambio, porque más que nada, ha sabido cómo ganársela. 
Junto a ella tengo los mejores momentos llenos de felicidad, envidia, amor, cariño, rencor, odio, y cómo no, de tristeza. Es con ella con la que paso cada segundo de mi vida sin arrepentirme ni un sólo momento, su mano es la que agarro cuando necesito que me guíen, y su sonrisa es la que contemplo cuando necesito su apoyo. Es la persona que sin saber por qué, entró en mi vida en el momento menos esperado, y supo cómo calmar las lágrimas de una chica desolada, triste, y con el corazón roto. Es el motivo de que me levante cada mañana con una sonrisa y de que mi pensamiento sea; hoy un nuevo día, una nueva lucha. Hace que mire hacia adelante y que rendirse para mí, no sea una opción. Ella es la que me ha comprendido, escuchado y para colmo, querido. Ella es mi amiga.
Ella es mi vida.

Nos pasa cuando no hay más que soledad.

Todos hemos podido sentir el dolor de perder a alguien que queremos, aquellos momentos en los que todo depende de si el tiempo decide dejarnos solos, porque ya no hay nada que nos una a cierta persona, o si decide hacernos ver que la soledad duele tanto como la compañía. 

Momentos en los que decidimos que el dolor debe apoderarse de cada parte de nosotros, de cada pensamiento y hacer que cada recuerdo que nos pase por delante, nos haga derramar una lágrima de dolorosa felicidad conmemorativa. 

Nos duele el ver como el tiempo pasa y la felicidad se escapa, ver como caemos sin fuerzas para levantarnos y darnos cuenta de que cada paso que intentemos dar, lo daremos solos sin ninguna persona que nos ayude en un vacío donde no hay nada.

Duele ver que cada paso que avancemos, dos nos harán retroceder, y que la soledad será la compañera que nos guardará el silencio, la que nos brindará fidelidad, porque ella, jamás abandona. 

Arriesgando puedes salir ganando.

+Hace mucho tiempo que quiero decirte algo, pero no me atrevo...
-¿Por qué?
+Tengo miedo de que cambien las cosas, de que nada vuelva a ser como antes y de perderte...
-¿Miedo? Esa escusa no me sirve, el miedo te lo creas tú mismo. No puedes dejar de abrir una puerta sólo porque te da miedo a que se cierre sola, o porque no te guste lo que hay más allá de ella, el miedo no es de cobardes, pero si los valientes pueden prescindir de él; tu también puedes hacerlo. Una cosa no cambia la otra, nunca se sabe quizá el abrir esa puerta de la cual tienes miedo, te traiga una sorpresa; después de todo no está tan mal equivocarse, aprendes a ser más fuerte. No voy a ser típica porque no te voy a decir que si no arriesgas no ganas, pero te diré algo más complejo: la vida da muchas vueltas y en cada una de ellas se abre una puerta diferente, y debes luchar contra lo que venga sin miedo alguno, porque nunca sabes lo que pasará después; el miedo es sólo algo que nosotros tenemos presente sólo por aferrarnos a no hacer las cosas, pero te diré que cada acción al fin y al cabo tiene su recompensa. Ahora dime, ¿qué es eso que querías decirme?
+Desde hace ya tiempo te veo con otros ojos, como algo más que una amiga. Mis te quiero ya no son de amistad, ahora te los dirijo con un significado más fuerte, no sé cómo, pero te has metido dentro de mi ser de una forma inesperada, y ahora sólo pienso en ti día y noche. Me levanto esperando el momento en que pueda llamarte algún día y decirte; buenos días princesa. Pero después despejo mi mente y me doy cuenta de que esto es la realidad, y no mi mundo perfecto. 
-Pues puede que hoy sea tu día de suerte, porque desde hace tiempo quiero hacer de tu mundo perfecto, una realidad.

El que no quiso cuando pudo, no podrá cuando quiera.

A ti lo que te mata es saber que él la puede tocar cuando quiera, que puede llamarla en cualquier momento y decirle "Quiero verte", llevársela a dar un paseo, y besarla en cualquier lugar. Te mata saber que él puede estar en este mismo instante pronunciando su nombre con un sentimiento de posesión que tú no puedes tener, porque no es tuya. Te mata saber que es su cama la que calienta por las noches. Te torturas imaginando sus manos sobre el cuerpo de ella, adorándola, porque puede hacerlo cuando le dé la gana. Y despertarse a su lado y mirarla a la cara, verla dormir tranquilamente y luego abrir los ojos despacio cuando le susurra que la quiere y ella contesta "Yo también, amor".
Te mata saber que tú no puedes hacer nada de eso.
Él no tiene que ir con miedo, con prudencia, pidiendo permiso a nadie, esperando que la respuesta sea un sí, no un no. No se pasa los días esperando el fatídico momento en que ella diga "Se acabó".
A ti lo que te mata es saber que fue tu elección, que tuviste la oportunidad de ser él, y elegiste no serlo. Que, cuando ella te eligió a ti, tu huíste como un cobarde. Te mata saber que fuiste tú el que la arrojó a sus brazos y por eso ahora te estás muriendo. Era un suicidio, ¿cómo no supiste verlo?
Ahora sabes como duele quedarse sólo.

Un error, una enseñanza.

Nuestro estado de ánimo dice mucho de nosotros, de como somos, de como estamos o incluso de como estuvimos.
Muchas veces cuando estamos solos nos damos cuenta de que cuando actuamos y acarreamos responsabilidades, no sabemos lo que hacemos, porque jamás pensamos en lo que viene después, sólo pensamos en que ahora es el momento, ahora actuamos; más tarde pensamos.
Hay un dicho que dice; el error es el mayor profesor. Quizá éste nos enseñe que equivocarnos no está tan mal, pues nos da lecciones que hacen de una segunda equivocación, una experiencia repetitiva; una moraleja aprendida.

El cuento perfecto, en una realidad.

Muchos dicen que los chicos perfectos sólo existen en cuentos de hadas; sin embargo yo pienso lo contrario.
Quizá yo haya tenido suerte, porque a mi lado tengo el chico perfecto; él es la mejor persona que cualquiera puede echarse en cara, porque él es diferente; es especial.
Él es la razón por la cual todas las mañanas me levanto con una sonrisa en la cara, por la cual lucho día tras día a pesar del cansancio y la agonía, por la cual me doy cuenta que pase lo que pase vale la pena seguir adelante ya sea contra viento o marea. Porque estando junto a él no me importa quien venga o quien vaya, si siento su presencia cerca, todo pasa a estar en un segundo plano. Él es el motivo de que hoy pueda levantar la cabeza y comerme el mundo sonrisa a sonrisa, él es la esperanza que me queda cuando estoy apunto de rendirme, él es la sonrisa de mi felicidad, las lágrimas de mi tristeza, mi camino cuando no sé por donde ir, mi refugio cuando me siento sola, y mi abrigo cuando tengo frío. Él es esa persona por la cual daría lo imposible, por la cual me dejaría guiar a ciegas porque sé que si toma mi mano, no la soltaría. 
Es como cuando sabes que es la persona ideal, y sientes que ya nada importa porque existe, porque está ahí; él es la persona que siento conmigo, la persona que escogí para que caminase a mi lado. 
Él es mi compañero, mi amigo, mi vida.

Ahora es mi turno.

He esperado, guardado rencor, amado, llorado, sufrido, he saltado de alegría, he sido yo.
Te esperé hasta que mis brazos se cansaron de estar abiertos a la espera de tu llegada, te guardé rencor por haberme dejado sola durante un tiempo tan grande, por haberme dicho que me querías y sin embargo no habérmelo demostrado, por haberme mirado cara a cara como si fuera la única persona para ti. Te amé como nadie hubiese podido, con una locura que nadie entendería a menos que fuera igual que yo; te amé hasta que mi corazón se partió en mil pedazos, hasta que me dolió el amarte. Lloré por sentirme impotente, por haber dejado que la batalla la ganaran mis sentimientos, por dejar que mi corazón fuera tuyo y tú hicieras que dejara de sentir. Sufrí por haberte dejado entrar en mi vida, por abrirte las puertas de una forma rápida y sin pensar. Salté de alegría pensando que te había olvidado, y no es lo contrario, es sólo que ahora no te recuerdo. He sido yo, porque después de todo ha sido mi turno.

No es una despedida, ni siquiera un adiós.

+Escucha, debo decirte una cosa...
-Dime, sin rodeos.
+Siempre he tenido miedo a perderte, de que te fueras de mi lado sin una explicación o sin un por qué, pero ahora el que se debe ir de tu lado, soy yo.
-Muy bien, ¿y tú? ¿Me vas a dar el por qué, o la explicación?
+No puedo.
-Jamás has podido hablar, ni si quiera expresarte con claridad. Ni si quiera sé por qué estoy a tu lado nunca me diste razones para hacerlo, jamás me dijiste un te quiero, ni expresaste delante de todos lo que sentías como lo hacía yo; ¿no puedes? Di mejor que eres estúpido.
+Me consideras estúpido y te entiendo, pero me juzgas sin saber nada. Nunca he podido hacer nada como tú dices porque lo que siento es grande, tanto que ni si quiera te lo imaginas. Cuantas veces he querido gritar a los cuatro vientos que algo más que quererte, es que te amo, que eres mía y que un para siempre no es suficiente tiempo. Porque no entiendes que el amor no es solo dar a ver delante de la gente, el amor es cosa de dos no de miles.
-¿Y entonces, si tanto me quieres, por qué te vas?
+Porque tengo miedo de que te canses de mí, de tenerte hoy y perderte mañana, tengo miedo de que esto que siento vaya más allá y se apodere de lo que soy.
-Jamás me vas a perder, porque vayas donde vayas voy a estar a tu lado, cueste lo que cueste.
+Te amo, no sabes cuanto.

Haces que el tiempo vuele.

Paso casi las 24 horas del día a tu lado, y al parecer no son suficientes.
Ese es un tiempo mínimo, tan pequeño e insignificante que hasta nos da tiempo, de estar separados. Parece que el mundo rueda aún más rápido cuando me acerco a ti, e incluso vuela cuando me refugio en tu calor; parece mentira que un simple sueño que hace poco formábamos, ahora ya sea realidad. Es insuficiente todo el tiempo del mundo, porque a tu lado todo es pequeño comparado con tu grandeza, y sin importancia comparado con lo que siento. Haces que mi cabeza gire y de miles de vueltas sólo cuando me miras, tu sonrisa me hechiza y hace que mi subconsciente se valla lejos, con un beso me haces volar tan alto que incluso sobrepaso el tacto de las nubes, cuando me abrazas siento que nuestro alrededor no existe y que a mi lado se encuentra la persona más bella, pura, sincera y perfecta de todo el universo. Haces que mi corazón deje de latir con cada te quiero, haces que lo que siento se apodere de mí, haciéndome perder el control, haciendo que te ame con locura infinita...

Así es.

Cuando recordamos momentos del pasado que no queremos recordar, debemos pararnos a dejar que media vida llena de tristeza; nos pase por la cabeza. Porque cuando los momentos en que llorábamos nos llenan el pensamiento, quizá lo mejor sea sentarse y ver como todo lo que una vez vivimos, se repite una y otra vez dentro de nosotros. Creemos que si nos sentamos a esperar y dejamos que sea como el pasado quiera, todo será rápido e indoloro; pero nos equivocamos. Hoy es un día nuevo, hoy debemos levantar la cabeza, mirar hacia adelante; porque el pasado no debe nublar nuestro presente, al contrario; el pasado debe estar pisado, porque nuestra vida sigue, y el show continúa. Así nos pese la vida no debe pasar por nosotros, sino nosotros por ella.

Borraré tu rastro de mi vida.

Así es; hoy me dispongo a borrar tu cara de mi corazón, de las fotos, de mi vida...
No mereces ni el mínimo espacio en mí, ni si quiera en un álbum de fotos; jamás te ganaste el cielo porque siempre preferiste quedarte donde estabas, rodeado de nada creyendo que lo tenías todo. Jurabas cosas que hasta ahora no me habia dado cuenta que no tenían sentido, que jamás serían verdaderas, y que lo que jura un mentiroso, nunca se cumple. Pero tranquilo lo tengo asumido, y aunque sé que nunca se olvida porque sólo se supera te aseguro que tú, estás superado, tanto que no me importa si vienes o vas o si te quedas sin más. La vida te da lecciones algunas más importantes que otras, pero te da lecciones que te hacen ver que si ya tropezaste una vez no lo harás más; y si de errores se aprende, puedo dar constancia que de ti, aprendí mucho.

Yo soy así, ¿y tú?

Viviré para comerme el mundo por segundos, para dejar que los que vienen detrás sólo prueben las sobras, y que los rumores que inventen no sean más que estupideces. Viviré para dejar que la envidia que corroe a muchas personas les coma por dentro. Pero sobre todo, viviré para que esta vida me page lo que me debe, viviré con felicidad.

Hecha de hierro.

No nací de goma, no me dieron oportunidad de hacerlo.
Enfrenté las tormentas, los rumores, todas las cosas que se me venían; de frente. Nunca supe hacerme hacia atrás y dejar paso a aquellas personas que se creían mejores, o superiores; siempre planté cara a las adversidades porque jamás me gustó ser justa. Defendí lo que era mío con uñas y dientes, y derramé sudor y lágrimas de sangre por el dolor que jamás supe mostrar en público. Mis amigos decían que se sentían orgullosos porque he sido, lo que ellos nunca fueron; dicen que estoy hecha de hierro.
Pero quizá desconocen, que una figura de hierro se acaba oxidando...

Me has enamorado.

Hoy quiero besarte, y me doy cuenta de que hay algo en tus ojos que no me deja. Esos ojos que una vez llenaron dentro de mí un vacío que ni si quiera yo sabía que existía, los que dijeron un silencioso te quiero en una mirada y que mostraban la felicidad de un niño cuando se ilusiona por algo o alguien. Sin embargo me paro a pensar y esos son los ojos que llenos de lágrimas una vez dijeron que tenían que irse, que no podían quedarse a ver como el más precioso de los sentimientos, rompía las barreras y obstáculos del camino; esos son los cobardes ojos que no se atrevieron a enfrentar una realidad y que prefierieron seguir con una fantasía lejos de una persona que sin saber por qué se enamoró de ellos. Vuelves sabiendo que una fantasía no te da lo que te daba yo, que ni si quiera otra podría remplazar el vacío que causaste cuando me dejaste, vuelves sabiendo que eres indefenso si no estás a mi lado, y que si no son mis ojos los que te digan que te quiero con locura, no serán ningunos otros los que lo harán. Y vienes a mí con una sonrisa, una disculpa, y la mirada de un niño triste y enamorado;
-¿Por qué lo hiciste?¿Por qué me dejaste si sabías que sólo yo, puedo hacerte feliz?
+ Porque sabía que estar a tu lado me volvería completamente loco, y que una vez que empezara amarte, no podría parar nunca.
-Dame una razón por la que me hayas dejado de verdad.
+No lo sé, nunca tuve ninguna; eres perfecta y quizá el miedo a que tu perfección superara mi realidad, me hizo ver que la vida sólo sería pura locura a tu lado.
-¿Pura locura?
+No sé si te habrás dado cuenta, pero por amor se cometen miles de locuras y por si aún no lo sabes, me has enamorado.

Amiga mía.

Hay muchas historias que dicen que las amigas, cuando lo son de verdad crean un vínculo entre ellas eterno, e irrompible. Hoy me doy cuenta de que por ti saltaría la valla más alta; sin importarme a qué distancia esté del suelo. He pensado y sí, por ti daría mi propia vida porque lo nuestro no es una simple amistad, va más allá de eso, más allá de lo normal. Hemos vivido infinidad de momentos, que no nos han echo falta fotografiar para acordarme de todos y cada uno de ellos, porque contigo cada minuto, cada segundo es especial, y esencial para mí. Amiga mía, hoy quiero decirte que paso a paso te has convertido en lo más valioso dentro de mi ser, y que año tras año has pasado de ser una amiga, a una hermana que siento de mi propia sangre. Porque si tu saltas yo salto, y si a ti te disparan, yo sangro.
Más que mi amiga, mi hermana; más que mi hermana, mi vida.

Decisiones.

Cuando la vida se divide en dos caminos nos vemos obligados a tomar una decisión, si seguir por el camino que nos diga el corazón, o por el que nos indica la razón.
Yo elegí la intuición de mi corazón, digamos que no me equivoqué pero si sufrí porque no hay camino que esté libre de baches, o que solamente conlleve felicidad; en esta vida todo acarrea responsabilidades. Caminé sin rumbo porque estaba lejos, perdida en un mundo que desconocía, rodeada de nada por todas partes; y decidí quedarme quieta y pensar un rato. Me dí cuenta de que a veces somos llevados a lugares donde estamos solos porque debemos aprender, porque en esta vida no siempre estaremos rodeados de buenas personas, o de personas que queremos, porque todo cambia y desde ese todo, ya nada es igual. En muchas ocasiones perdemos personas queridas, en otras simplemente la distancia se encarga de ejercer la pérdida de contacto, en mi caso; lo perdí todo. Me dejé llevar por mi corazón que estoy segura, no se equivocaba. Esa decisión me enseñó a comprender que la vida es fácil cuando te acostumbras a que el peso de tus espaldas, lo lleven otras personas; pero cuando lo llevas tú las lágrimas salen de tus ojos y ya no hay vuelta atrás.

be free.

En este mundo hay personas, y personas y cada una de ellas para una cosa diferente.
Algunas van detrás de otras, como ovejas que siguen su rebaño simplemente porque no tienen personalidad, otras se liberan de ataduras y leyes y hacen de su vida lo que quieren, no lo que otros desean. En esta vida los rumores y comentarios han existido siempre, creados por esos lameculos que no tienen vida, a esos que les gusta meterse en la vida de los demás, para sentirse importantes; esos demuestran que estan por debajo de cualquier persona. Parémonos a pensar, no tenemos porque ser tachados por la sociedad, o marginados e insultados por las personas que menos inteligencia tienen en este mundo, si nos damos cuenta nuestras vidas son únicas y todos quieren formar parte de ellas, porque todos quieren vivir mi vida, pero nadie muere mi muerte. Cada paso que dé haré que sea único, porque no me hace falta aparentar quien no soy para ser totalmente libre, y hacer lo que me dé la gana.

Ahora las cosas, son diferentes.

                                         

La vida te enseña que hay cosas por las que darlo todo, y cosas por las que no vale la pena ni hacer el más mínimo esfuerzo.

Los echos del pasado crean un aprendizaje del cual a veces nos abochornamos por haberlo dejado atrás, por haber pasado por todas esas cosas que marcaron en nosotros un antes y un después.

En mi caso; fuiste tú quien marcó el después de un pasado a un ahora del futuro, por ti me di cuenta que los amores son difíciles y que las razones por las cuales luchamos día a día, tienen mas lógica que el amar sólo por amar. Pero no hay preocupaciones, mucho menos compromisos; yo por ti hubiera dado lo imposible e incluso lo que jamás nadie podría haber ofrecido, pero la vida no es perfecta y las personas no son echas de una medida exacta. Así que sin más remedio hoy me dispongo a ser quien soy, no prometo olvidarte, pero tampoco guardarte dentro de mí. Hoy vivo mi vida a pesar de que antes viviera la nuestra. 

¡Toda una vida!

Muy bien empecemos a contar algo grande. 
Hace 14 años nacieron dos niñas, dos niñas que ahora están echas unas mujeres. Hace 14 años el destino se propuso ponerlas a cada una en el camino de la otra. 
Nos conocimos en un colegio de pacotilla, un colegio que aunque sea simple; es importante porque en el guardo muchos recuerdos junto a ti. Crecimos juntas y cómo quien dice somos similares a hermanas; aunque no tengamos la misma sangre yo sé que no hace falta, porque te siento como si fueras de la mía propia. Has formado parte de mi vida desde hace mucho tiempo, y cada minuto, cada segundo, cada recuerdo que guardo junto a ti son totalmente imborrables. Formas parte de mí, de lo que soy hoy, y probablemente, mejor dicho; seguramente formarás parte de lo que seré mañana. No hace falta que te recuerde que para mí el que hayamos discutido y vuelto a discutir no es importante, porque me he dado cuenta de que después de cada pelea, nos unimos cada vez más; y no me arrepiento de ello. 
Te he dedicado un cierto tiempo de mi vida, y he visto como ha pasado el tiempo delante de nuestros ojos y sin embargo seguimos siendo lo que eramos; unas niñas que formaron una amistad por casualidad, una amistad que ahora se ha convertido en una hermandad. Niña mía; cada día que pase quiero que recuerdes que caída tras caída te voy a levantar, y que lágrima tras lágrima ahí estaré yo para secarte la cara, y mentalízate de que vamos a estar juntas un tiempo indefinido. 
No te he prometido un para siempre, porque no hace falta para que sea un echo. 
Seguiremos siendo niñas, aun así crezcamos lo seguiremos siendo; pero te digo algo: no me arrepiento de haber compartido mi niñez con alguien tan sumamente especial como tú, ¿te queda claro?
Eres y serás una de las mejores personas que me ha brindado esta vida, no lo olvides.
http://www.youtube.com/watch?v=eTspIAeIg3Y
P.D; es viejo, pero es nuestro. 

Atracción.

Haces que mi mundo se desmorone con sólo mirarme, y una caricia tuya sabe como hacer que se me ponga la piel de gallina; sabes llevarme a donde nadie ha llegado. Haces que lo imposible sea totalmente posible y que en un roce de nuestros cuerpos mi mente se valla lejos. Cuando me besas pienso que dejo de sentir y que lo que me rodea, desaparece...

Mejor que un cuento, una realidad.

Es como en los cuentos, piensas que siempre sale todo bien; que nada puede marchar mal porque todo es perfecto. Pero entonces llega el supuesto príncipe azul, ese que te despierta con un simple beso, ese del cual te enamoras con una sencilla mirada, ese que según dictan cuatro líneas plasmadas en una hoja de papel, será tu amor verdadero, un amor que según un bolígrafo manejado por una mano experta será eterno. Con el paso del tiempo te das cuenta de que más que un cuento de hadas, has estado viviendo una mentira. Porque llevar una corona en la cabeza, no hace que las cosas cambien. Y un hombre con un propósito, es un hombre que muy poco vale.

Las malas costumbres, se pegan.

Me levanto por la mañana y miro en el espejo la silueta destrozada que dejaste después de marcharte. Me maquillo, me arreglo con la ropa que más te gustaba y en mi pensamiento grabo; si tu quisiste marcharte, yo no te voy a buscar, quien se va sin ser echado vuelve sin ser llamado, hoy comienzo una nueva vida, así sea a costa de la tuya. Haré que cada te quiero que dijiste se clave en tu alma, y cada lágrima que derramé por haberme dejado sola sean espinas que agujereen tu corazón, por cada sonrisa que me sacaste una forma menos de hacerte sufrir, y por cada momento de felicidad que pasamos juntos, una lágrima menos que te haré derramar para que te des cuenta de que perdiste lo mejor que tenías. Sé que me rebajo a tu nivel queriendo pagarte con la misma moneda, pero las malas costumbres se pegan y aunque esto no es signo de madurez, hoy seré tan cabrona, como tú me has enseñado a ser.

La felicidad, tiene precio.

Pasan los días, las horas, los minutos, los segundos y yo sigo aquí; donde mismo me dijiste adiós.
Mi cabeza da vueltas queriendo encontrar la escusa perfecta, el por qué sin equivocación, pero es como un problema sin solución. A veces pienso que el amor es como un laberinto, en muchas ocasiones encuentras la salida, y en otras te pierdes sin razón. A veces pienso que la vida tienes pies pero no cabeza y que sufrimos por una razón; porque la felicidad es cara.