¿Cuántas veces me he preguntado si de verdad merece la pena el amor? Demasiadas eran las cuestiones que me planteaba, y ahora sé que vale la pena querer a una persona como a tu vida, porque sientes como el mundo se para, como todo lo demás da igual, si le tienes a él.
Cada una de sus palabras me hace sentir como si estuviera en el aire, y sí, tengo la seguridad de que no hay nada más perfecto que contemplar como sonríe y sus ojos se empequeñecen de felicidad.
Cada rasgo de su cara hace que sea como tener delante al chico idóneo. Sus oscuros ojos brillantes tienen una forma un tanto extraña que nunca creí que me iba a gustar tanto, y su nariz sujeta los labios más bonitos que jamás había visto. Él en sí, es lo más maravilloso que se puede echar cualquier persona en cara.
Su forma de ser es increíble, comprende a pesar de todo y rectifica cuando se equivoca. Aún no entiendo por qué me ha elegido, creo que no merezco a una persona tan especial, porque él es sumamente único. Siento que le quiero, y que lucharía por él; contra viento, marea y contra lo que sea.
Cuando hablo con él, el tiempo pasa tan rápido que no me doy cuenta de que detrás de cada palabra, quiero agrandecer más y más todo lo que siento.
Pasaría mi vida junto a él, compartiendo lágrimas, sonrisas, y momentos que nada ni nadie pudieran hacernos olvidar. Le quiero tanto que nadie comprendería por qué, nadie sabría verle como yo lo veo. Porque es totalmente perfecto, y juro que no le dejaré ir.
Juro que será mío ahora, y siempre.
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