sábado

Es él.


Me paro a pensar en si hay algo más perfecto que el ver como tu esfuerzo, merece la pena. 
Día tras día miramos hacia adelante, y vemos como la vida nos puede sorprender con sólo una pequeña piedrecita en el camino, pero no tenemos ni la más mínima idea de que esa pequeña piedra puede ser la más bonita de todas. Tropezamos y tropezamos y no nos importa volvernos a levantar para volvernos a caer, y cuando vemos que hemos tropezado lo suficiente, llega algo que hace que todo cambie y que el mundo gire totalmente al revés. Y ese algo, es él.
Puede hacer que el corazón me valla de cero a cien en un segundo, y sus palabras hacen que mi cabeza de mil vueltas y mi pensamiento quede en blanco, su forma de hablar es totalmente perfecta e insuperable. Podría pararme mil veces y escucharle sin importarme que el mundo, quisiera interferir. Quisiera que me abrazara sin parar, y poder sentir que su calor paraliza mi cuerpo, imagino que sería como sentirse en las nubes pero estando en sus brazos. Deseo que sus labios no paren de rozar los míos, para así poder hacer que el tiempo se pare una y otra vez, y que el momento dure lo suficiente para sentir como muero y resucito. Quiero que el mundo nos mire, y sienta que nada ni nadie nos puede separar, el tiempo será interminable para nosotros dos. La gente puede hablar, criticar, gritar y patalear, pero nadie cambiará lo que siento. Y lo que siento es que le quiero, que quiero que mi vida pase con él a mi lado, y que este sentimiento, jamás termine.

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