+No entiendo esto, ¿cómo es que estás aquí conmigo, sabiendo que lo quisiste a él?
-Lo que no entiendes es que el pasado es algo que ya no forma parte de mí, ya yo no soy quien era, y me enorgullezco de ello, porque ahora te tengo a ti.
+Sabes que estaría dispuesto a colgar mi vida de un hilo con tal de que no sea la tuya la que cuelgue de uno, y que daría mi último aliento sólo por verte sonreír, sabes perfectamente quien soy, como soy, la pasta de la cual estoy echo. Y sin embargo yo de ti no sé nada. Es extraño, aún no comprendo como puedo quererte más que a mi vida si ni si quiera sé cómo eres, quién eres...
-¿Quieres saber quién soy? Muy bien. Soy una chica que se vio en brazos del tío equivocado. Una chica que pensó que quería a ese hombre pero que no se daba cuenta de lo mucho que dolía quererle. Soy aquella que estuvo a punto de tirarse a un pozo sin fondo para salvar algo que ya estaba muerto. Y ni si quiera era una chica, solo era una niña que tenía sueños, ilusiones, propósitos, ¿y sabes qué es lo más gracioso del cuento? Que dejaron de existir. Cuando un corazón deja de latir duele tanto que olvidas quién eres, de dónde vienes, a dónde vas, y por qué. Quizá por eso no sabías quién soy, porque yo tampoco lo sé. Ahora mismo estarás pensando que metes en tu cama a una extraña, que lo único que sabes de ella es lo que te imaginas, y te voy a decir algo: puede que no sepa quien soy, pero tengo claro quién quiero ser. Quiero ser aquella que despierte cada mañana a tu lado y te sonría mientras abres lentamente los ojos. La que te hace el desayuno y te lo lleva a la cama con tal de que no te levantes. Aquella que te diga mi vida doscientas mil veces al día y sigas sin cansarte de oírlo. Yo no pretendo vivir un cuento de hadas, ni recuperar el que creía que tenía. No pretendo ser la chica perfecta, es más; no quiero serlo. Lo único que conozco de mí, eres tú. Y quiero que sea así por mucho tiempo.
+Muy bien. Entonces deberías saber que por mucho tiempo es para siempre, y para siempre es un período de tiempo muy largo.
-Y tú deberías saber que siempre no es más que el comienzo. El fin está muy lejos, y yo no pienso ir a buscarlo.
+En ese caso deberías saber, que éste que está aquí está dispuesto a quererte por siempre, o mejor; para siempre.
-Y tú, deberías saber que la extraña que metes en tu cama, no te va a prometer un para siempre. Al contrario. Lo piensa cumplir.
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