lunes
El primer golpe te lo da la vida como un aviso. El segundo es para que aprendas que si no pudiste fiarte una vez, no puedes volver a hacerlo. El tercero es para que te des cuenta de que ya es hora de aprender una lección. El cuarto te indica que el camino no ha echo más que empezar y tú ya estás empezando a cansarte. El quinto tu mente te dice que ya está bien, ya has aguantado mucho, y sin embargo sigues siendo la misma tonta del primer asalto. El sexto ya no te quieres levantar, te dices: ¿para qué? Si va a venir otro golpe yo prefiero esperarlo tumbada, quizá ya no me duela tanto. Sigues caminando y ya no hay más golpes, pero empiezan los errores. Y una vez cometes uno te das cuenta que los golpes han servido para hacerte más fuerte. Y que detrás de cada cosa mala, hay algo bueno. En mi caso, está él. Todos dicen que es un error, pero los errores enseñan muchas cosas. Y a mí, no me podía haber tocado un mejor profesor.
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