sábado

Cuentan personas que saben mucho sobre este tema, que el amor no es más que una situación en la que te ves diariamente con una persona y que ese sentimiento no es más que una escusa para unirse a alguien. Todos conocemos las típicas novelas de grandes escritores que nos venden la gran irrealidad de la vida, o las típicas películas de engañabobos que nos ponen los de Disney o que vemos en la cartelera del cine y nos disponemos con una sonrisa a invitar a nuestro "novio" para verla juntos. Y todos nos equivocamos porque el amor empieza por un hola y un te quiero, pero no termina. Decimos que ninguno de nosotros es capaz de escribir una novela de amor, porque no es escritor, ¿A caso hace falta serlo? No nos damos cuenta pero la verdad es que cada uno es capaz de escribir su propia historia de amor. Con o sin final. Las verdaderas historias son aquellas que no tienen un principio concreto, aquellas cual principio no es detectable por palabras o indirectas, si no por gestos. Sí, así es. No sirve de nada que te pares a ver mil películas románticas, ningún chico va a tropezar contigo por la calle, te va a tirar tus cosas, te las va a recoger y con una mirada se va a enamorar de ti; la realidad está muy lejos de eso. Pero cuando te des cuenta de que siempre has tenido a tu lado al idiota perfecto, al idiota al que estabas queriendo de otra manera sin haberte dado cuenta antes, ese que te sacaba desquicio y que luego no paraba de hacerte sonreír, te darás cuenta de que la realidad es totalmente irreal, porque empezarás a vivir toda una película.

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