miércoles

vingt-sept

Apareció delante de mí, y me di cuenta de lo que era sentir que el corazón se me volcara y me fuera de 0 a 100 en sólo un segundo. Le sonreí, lo abracé como si la vida me fuera en ello, y sentía que la vida acababa de empezar. Reí y más que en la tierra, estuve en las nubes. Toda una tarde juntos y cuando llegó la hora de despedirse parecía que solo habían pasado 5 minutos. Me he despedido de muchas personas en mi vida, y aunque no me gustan las despedidas, la mejor la viví con él. Sentados esperábamos que llegara la hora de irnos, y cuando llegó, me besó. No fue el primer beso de mi vida, pero sí el mejor. El único con el cual sentí, que moría y resucitaba.

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