¿Y si nuestro límite fuera más allá de lo que hay en el horizonte? Sí, más allá de un siempre limitado, de un mucho tiempo que tenga fecha de caducidad, más allá de lo que somos juntos y separados.
¿Y si en vez de ahora o nunca, fuera un ahora y siempre? ¿Y si en vez de leer cuentos ajenos, creamos el nuestro? Yo no soy la princesa ni tu el sapo; no soy la doncella ni tu el príncipe encantador; no soy la hijastra de una mujer malvada ni tu el gladiador de oro. Sólo espero que no comamos perdices, porque no me gustan, pero ser toda la vida felices, porque nada nos asusta.
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