Piensas que nada es tuyo, que ya nada te pertenece porque desde que viniste al mundo: tu vida pasó a estar en manos de esas personas que en un futuro, te pondrían la etiqueta que hoy llevas. No es así pequeña. Empieza a darte cuenta de que tus pasos, los has marcado tú con todas y cada una de tus huellas. Tus sueños los cumplirás tú, con todas y cada una de tus metas. Y tu vida la vivirás tú, con todos y cada uno de los errores que te quedan por cometer. Empieza por darte cuenta que no eres una prenda de ropa a la que se le pueda poner una simple etiqueta, si no que eres alguien que puede llegar a comerse el mundo. Y que no te asusten esos comentarios, esas burlas, esos dedos que te señalan; las personas que se burlan de ti, o que te odian: tan solo lo hacen porque eres el reflejo de lo que ellos quieren llegar a ser. Y si algún día te dicen que eres rara, no lo creas. Eres especial, diferente, tan solo porque no te dejas llevar por lo que te dice la gente. Sonríe, y jamás permitas que tu felicidad: dependa de una simple etiqueta.
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