miércoles

Mine.

No ha echo falta toda una eternidad para darme cuenta de que eres tú, el primero y el último. No ha echo falta tener una corona en la cabeza y llamarme princesa. No ha echo falta que algo o alguien me dijera que debía quererte, ni tampoco que la vida te haya puesto en mi camino.
Solo he tenido que ver, que eres no lo más especial, ni lo más perfecto, si no lo único que tengo conmigo. Y puede que esto solo sea un sueño, y mañana ya no haya nada; pero no me pellizques, quiero seguir sintiendo que no existe meta, objetivo, ni límite, que haga que deje de quererte.






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