jueves

Esta es la diferencia.

Hacía mucho tiempo que no me acordaba de lo que fue, de lo que significó en mi vida, y del rencor que le guardé. Hoy he abierto un cajón de mi memoria; en el guardaba fotos, viejas cartas de amor, regalos antiguos y marchitados, y un diario en el que la palabra nosotros, estaba tachada. No niego que al ver todo eso me entraron ganas de romperlo todo, quemarlo, olvidar de una vez por todas lo que viví, porque como bien se dice: "No debes recordar un pasado, que no tiene presente, y que puede arruinar tu futuro." Pero no lo hice. Lo guardé todo de nuevo. Y me di cuenta de que yo ya no era esa niña que estuvo colgada las 25 horas del día por ti. Sí, las 25; porque después de que se cumplieran las 24 horas, siempre volvía a quererte el doble. Ya no me dolía tenerte dentro de mí, ni tampoco saber que tengo una cicatriz marcada con tu nombre. Y sin embargo vuelves cuando ya te he olvidado. Esa es la diferencia entre tú y yo. Yo he madurado, sabía lo que tenía y por miedo a perderlo lo daba todo. Tú sigues siendo un niño, y por jugar con lo que no debías, lo perdiste, y ahora te arrepientes.

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