La gente piensa que sus críticas hacen efecto, que me arruinan la vida o me hunden la moral. Sí, hacen efecto. ¿De qué manera? De manera que me importe una mierda lo que piensen de mí.
Que hablen o que dejen de hablar no es mi problema. Quizá tengan vida pero esas pobres personas que no hacen más que darme fama de una forma inesperada, no se dan cuenta de lo mucho que dejan por desear. ¿Qué pensáis? ¿Que tres palabras o cien metidas en un estúpido texto van a hacer que yo me rinda? ¡Soñar es gratis ilusos!
Vocabulario escaso, poca presencia porque más bien os la dais de gallitos pero os presentáis ausentes a la hora de dar la cara, y lo que nunca falta y tenéis todos, la lengua muy larga y el cerebro muy pequeño.
La vida da muchas vueltas pequeños personajes, y en una de ellas la careta se os puede caer, mucho cuidado; la gravedad es muy traicionera. Os fiáis de que las palabras dejan todo claro, y sí es así, pero no creáis que lo que decís afecta a alguien. Me provoca risa que la gente así pueda salir a la calle con la cabeza alta, sabiendo que no es más que otro cobarde oculto tras lo que no es, irónico, ¿no creéis?
Haceos la más mínima idea de lo que me importáis, y os daréis cuenta de que para mí no sois más que moscas que pueden ser aplastadas en cualquier momento. Viviré el hoy y el mañana a mi manera, y podréis decir miles de cosas, pero jamás, jamás haréis que mí lo que no quiero ser.
Dais pena, sois rivales fáciles. No sois más que niños.
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