¿Sabes ese estereotipo de chica perfecta que todas aspiran a ser? Pues yo soy exactamente lo contrario.
Admito que la mayoría de las personas piensan que estoy mal de la cabeza, y que muchas veces doy fe de lo que dicen, pero mi vida se basa en ser la típica loca que se equivoca y que cae mil veces para levantarse mil y una.
Tengo millones de principios, y los errores no me faltan. Reconozco que soy el tipo de chica torpe y que puedo equivocarme, pero ante todo tengo claro que soy una persona.
Me propongo metas, las cuales me arriesgo a fallar, pero por desgracia siempre aspiro a un inalcanzable acierto.
Grito, pataleo y me encanta llamar la atención de todos, pueden decirme que estoy para que me encierren en un manicomio, pero los locos son ellos que no ven mas allá de sus narices.
Soy un tanto descuidada, nunca pierdo lo que aprecio o lo que más me importa pero siempre me da igual si alguien viene o se va. Mis amigas dicen que muchas veces no sé lo que digo, pero sí, sí lo sé. Sé que debo ser lo contrario al mundo, para no ser como los demás. Esta vida se ha llevado incansables collejas de mi mejor mano, siempre me ha dado la espalda y un golpe nunca está de más para que me vuelva a mirar, me sonría, y me diga que aunque el mundo esté contra mí, ella está a mi favor.
Dicen que soy una persona ajena a los demás, quizá sea porque los amigos o conocidos son personas movidas por puro interés, y sé perfectamente que el mejor amigo es el bolsillo, y casi siempre se rompe.
De los amores podríamos hablar sin callar, ya que he pasado miles de cuentos que siempre acaban con una prostituta de cabaret quedándose con el capullo integral de mi príncipe, que al final acaba siendo un sapo.
Las caídas no han dolido mucho a lo largo de mi camino, siempre he tenido rodilleras porque la única mano que te ayuda a levantarte al fin y al cabo, es la motivación de lograr tus retos.
La gente me tacha de loca, y sí reconozco que lo soy. Viviré mi vida, me equivocaré sin parar, perderé mil amores, seré mi propia amiga, gritaré que me voy a comer el mundo, y seré la loca que quiero ser.
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