domingo

No nacimos para ser perfectos, sino para ser felices.

Querido mundo de perfeccionistas, aquí me tienes: dispuesta a que la vida me tache como un físico andante. Dispuesta a que un millón de gilipollas me busquen otros miles defectos que puedan hacerme sentir vergüenza, que puedan humillarme o tan solo hacerme daño. ¡Vamos! ¿Es que todavía no lo entienden? No me importa no ser la cara bonita que buscan. No me importa que me tachen de bicho raro, o de "esa de ahí". ¿Cómo pueden ser tan hipócritas? ¿Cómo pueden no darse cuenta de que ni si quiera ellos son perfectos? Este mundo, es el chiste que todo cómico busca. El payaso, por el cual todos los circos se pelean. Lleno de títeres con una buena mano de pintura, pero sin cerebro. Así que: sí, aquí me tienes hoy; pero no para que puedas buscarme las cosquillas a tu gusto, esta vez vengo dispuesta a reírme de ti. Esta vez no me voy a avergonzar de quién soy, ni de lo que puedo parecer. Mis defectos son parte de mí, soy diferente. Yo no voy a cambiar porque no estén a gusto conmigo. Así que: que os follen, yo no nací para estar marcada por la perfección, si no por la felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario