Me sentía especial por una vez. Sentía que yo era el centro de un universo que llevaba su nombre, que las estrellas no existían y que el cielo podía ser rozado con tan solo sentirle cerca. Supongo que estaba como dirían algunos: "enamorada". Aunque esta vez, no sabía de quién. ¿Alguna vez se han sentido como si una roca les aplastara el pecho y les costara respirar cuando ven a esa persona que les hace cambiar de sonrisa? Yo era así. Le veía pasar y me decía: la perfección existe, y me ha enamorado. Pero no. No se llamaba perfección, ni si quiera se apellidaba así. Tan solo era un chico que había conseguido entrarme por los ojos. Un chico que cuando le daba la espalda, era otro con otra. Pero ya ves, la vida sigue, y con ella: yo también. No me volverás a ver con la cabeza baja, eso se acabó. Hoy dejo de ser parte de ti, para ser yo. Dejas de ser mi historia, para ser una página más de ella.
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