Todo pasa por algo.
miércoles
martes
Miles de sonrisas, y una sola explicación para ellas.
La madurez no se aprende con el paso de los años, si no de los daños. Y a querer, eso lo aprendemos cuando miramos a esa persona a los ojos. Realmente nadie sabe lo que es eso, hasta que ve a ese alguien que no es perfecto, pero si toda su vida. Soy una exagerada, lo sé, pero es como... Como si saltáramos, como si corriéramos en contra del viento, como si nos tirásemos de un puente colgados de una cuerda que en tan solo un minuto puede romperse, como si nos colgáramos boca a abajo de la cama. Algo parecido es querer. Sientes que todo dentro de ti salta, aunque tú no te muevas. Sientes que corres y luchas contra viento, marea, y todo lo que venga. Cuelgas ese sentimiento de una cuerda que en cualquier momento puede romperse, pero no te da miedo: sabes perfectamente que esa cuerda es tan solo una excusa de unión. Una escusa que puede romperse, pero que siempre seguirás sintiendo en el interior. Querer es como sentir que tienes todo en tu cabeza, pero la mayor de las respuestas en el corazón, guardada bajo una imagen con su sonrisa.
Porque en eso consiste querer. En luchar por la felicidad de esa persona, porque sonría y sientas que con esa sonrisa, tú dejas de ser tan solo una persona en el mundo. Consiste en estar a matar o morir. Matar por él, morir con él.
Quizá yo no pueda explicarlo bien, o ni si quiera me acerque. Pero creo que querer: no es más que sentir que darías hasta el último segundo de tu vida, por ver sonreír a la persona que en su momento: hizo que todo tuviera sentido. Que toda tu felicidad, se resumiera en una sola explicación: que le quieres.
Porque en eso consiste querer. En luchar por la felicidad de esa persona, porque sonría y sientas que con esa sonrisa, tú dejas de ser tan solo una persona en el mundo. Consiste en estar a matar o morir. Matar por él, morir con él.
Quizá yo no pueda explicarlo bien, o ni si quiera me acerque. Pero creo que querer: no es más que sentir que darías hasta el último segundo de tu vida, por ver sonreír a la persona que en su momento: hizo que todo tuviera sentido. Que toda tu felicidad, se resumiera en una sola explicación: que le quieres.
domingo
No nacimos para ser perfectos, sino para ser felices.
Querido mundo de perfeccionistas, aquí me tienes: dispuesta a que la vida me tache como un físico andante. Dispuesta a que un millón de gilipollas me busquen otros miles defectos que puedan hacerme sentir vergüenza, que puedan humillarme o tan solo hacerme daño. ¡Vamos! ¿Es que todavía no lo entienden? No me importa no ser la cara bonita que buscan. No me importa que me tachen de bicho raro, o de "esa de ahí". ¿Cómo pueden ser tan hipócritas? ¿Cómo pueden no darse cuenta de que ni si quiera ellos son perfectos? Este mundo, es el chiste que todo cómico busca. El payaso, por el cual todos los circos se pelean. Lleno de títeres con una buena mano de pintura, pero sin cerebro. Así que: sí, aquí me tienes hoy; pero no para que puedas buscarme las cosquillas a tu gusto, esta vez vengo dispuesta a reírme de ti. Esta vez no me voy a avergonzar de quién soy, ni de lo que puedo parecer. Mis defectos son parte de mí, soy diferente. Yo no voy a cambiar porque no estén a gusto conmigo. Así que: que os follen, yo no nací para estar marcada por la perfección, si no por la felicidad.
jueves
martes
Imperfecta perfección.
Hablamos a todas horas sobre lo que es el amor, qué se siente cuando sabes que lo tienes o que estás enamorada, o de la chorrada que es cuando solo has vivido la parte mala y sufrido la que es aún peor. El amor... No es más que ver la felicidad propia, en la sonrisa de la persona a la que quieres. Notar que cuando esa persona está mal, la que llora eres tú. Saber que su respirar, es la forma de abastecer tu tranquilidad. Darte cuenta de que antes no era más que una persona en tu vida, y ahora es tu vida entera. Priorizar su bienestar, al tuyo. Querer sentir en todo momento los latidos de su corazón, y sonreír porque sabes que son esos y no otros: los que hacen que sigas viva. Darle mil razones para llorar cuando debe hacerlo, y mil y una: para sonreír, y enamorarte cada vez más de esa sonrisa toda tu vida. Conocer cada uno de sus defectos, y convertirlos todos en un: "te quiero". Entender que el orgullo, no es razón suficiente para hacer distancia, ni mucho menos: olvidar el por qué de que le quieras. Podría seguir toda una vida diciendo a ciencia ciega lo que es el amor, pero ni si quiera lograría aproximarme. El amor es algo imperfecto, algo indescriptible, pero por el momento quedémonos con esto: no pidamos algo perfecto, ni si quiera nosotros lo somos. Por el momento: quédate con que le quieres, porque esa es la razón, por la que hoy sonríes.
domingo
Un día más, uno menos.
Nos preocupamos siempre por el mañana, por el qué pasará al día siguiente después de levantarme y salir al mundo; sin darnos cuenta de que el día que verdaderamente importa, es el que estás viviendo. No, no me refiero a aprovechar la vida, ni a vivirla como locos, tan solo a valorarla. Darle importancia a algo que nosotros tenemos, y que algunos pierden, o simplemente nunca llegan a tener. Es cierto: la vida no está hecha para comprenderla, sino para vivirla. Los días siempre están contados. Disfruta el hoy, que para el mañana todavía hay tiempo.
miércoles
Lo siento.
Siento haber dejado de quererte. Siento haber podido olvidarte y en vez de pasar página, cambiar de libro. Siento haber aprendido que no eras más que otro error, otro profesor disfrazado de capricho con mi nombre grabado a fuego. De verdad, lamento haberme dado cuenta de que no eras para mí.
Pero por una vez me siento libre, siento que soy yo. Y no me hagas lamentar haber aprendido a valerme por mí misma, haber aprendido a no necesitarte: fue tu culpa, me dejaste sola, y sola tuve que aprender a caminar. No te reprocho nada, gracias a ti me di cuenta de que en la vida no tienes por qué caminar dándole la mano a alguien, pudiendo caminar con las manos libres.
P.D: Si hay algo que lamento más que nada, es de no haberme dado cuenta antes de que podía seguir, contigo o sin ti.
Pero por una vez me siento libre, siento que soy yo. Y no me hagas lamentar haber aprendido a valerme por mí misma, haber aprendido a no necesitarte: fue tu culpa, me dejaste sola, y sola tuve que aprender a caminar. No te reprocho nada, gracias a ti me di cuenta de que en la vida no tienes por qué caminar dándole la mano a alguien, pudiendo caminar con las manos libres.
P.D: Si hay algo que lamento más que nada, es de no haberme dado cuenta antes de que podía seguir, contigo o sin ti.
martes
Te quiero, en silencio: pero te quiero.
-Hola.
+Hola.
-¿Cómo has amanecido hoy?
+Con ganas de estar junto a ti, de gritarle al mundo sin ningún límite de volumen que te quiero más que a mi vida. Con la mayor de las ansias de tenerte a mi lado, abrazarte y jurar no dejarte ir. Con deseo de besarte mil veces o más bien mil y una, y querer repetir siempre una vez más. Con ganas de decirte que quiero ser tuya...
Bien, ¿y tú?
+Hola.
-¿Cómo has amanecido hoy?
+
Bien, ¿y tú?
lunes
Así de sencillo.
-De verdad, siento todo esto. Siento no haber hecho más que alargar las cosas, siento haberte hecho daño...
+Más te vale que lo sientas. De lo contrario, empezarías a sentirlo.
-Realmente, no eres tú...
+¿No eres tú soy yo? ¿Enserio me vas a dedicar la típica frasesita que te libra de dar escusas al por qué de que se acabe? No, conmigo no funciona así. De antemano vienes sabiendo que yo ya me he visto todas esas películas americanas en las cuales basas tu vida, y a mi: a mi no me vas a dejar como a una chica de película con una cutre frase de tres al cuarto.
-Enserio, soy yo. Eres perfecta. Eres preciosa, tienes un corazón que no te cabe en el pecho, sabes escuchar, me comprendes, me das lo que otras nunca me hubieran dado...
+Pues tienes razón: no soy yo, eres tú.
+Más te vale que lo sientas. De lo contrario, empezarías a sentirlo.
-Realmente, no eres tú...
+¿No eres tú soy yo? ¿Enserio me vas a dedicar la típica frasesita que te libra de dar escusas al por qué de que se acabe? No, conmigo no funciona así. De antemano vienes sabiendo que yo ya me he visto todas esas películas americanas en las cuales basas tu vida, y a mi: a mi no me vas a dejar como a una chica de película con una cutre frase de tres al cuarto.
-Enserio, soy yo. Eres perfecta. Eres preciosa, tienes un corazón que no te cabe en el pecho, sabes escuchar, me comprendes, me das lo que otras nunca me hubieran dado...
+Pues tienes razón: no soy yo, eres tú.
sábado
Eras mi presente, ahora tan solo mi pasado.
Me sentía especial por una vez. Sentía que yo era el centro de un universo que llevaba su nombre, que las estrellas no existían y que el cielo podía ser rozado con tan solo sentirle cerca. Supongo que estaba como dirían algunos: "enamorada". Aunque esta vez, no sabía de quién. ¿Alguna vez se han sentido como si una roca les aplastara el pecho y les costara respirar cuando ven a esa persona que les hace cambiar de sonrisa? Yo era así. Le veía pasar y me decía: la perfección existe, y me ha enamorado. Pero no. No se llamaba perfección, ni si quiera se apellidaba así. Tan solo era un chico que había conseguido entrarme por los ojos. Un chico que cuando le daba la espalda, era otro con otra. Pero ya ves, la vida sigue, y con ella: yo también. No me volverás a ver con la cabeza baja, eso se acabó. Hoy dejo de ser parte de ti, para ser yo. Dejas de ser mi historia, para ser una página más de ella.
Mi vida es mía, y no serás tú quien la viva por mi.
¿Quién eres tú para juzgar la vida que vivo? No soy perfecta, y no tengo que serlo. Antes de señalar con el dedo, asegúrate de que tus manos estén limpias.
miércoles
Tan complicado, tan esencial.
Vale, lo reconozco. Cuando te enamoras es todo complicado, ves las cosas sencillas y a la vez difíciles. Te dan palos, hasta que aprendes que la confianza no lo es todo. Sufres, lloras, te desengañas... Pero, ¿a caso solo son capaces de ver la parte mala? Cuando te enamoras las cosas no son complicadas, son diferentes. El estar acostumbrada a enfrentar problemas sola, pasa a estar respaldada por esa persona a la que quieres, esa persona que te apoya y que si el intento falla: siempre estará ahí para ayudarte. Mirarlo y darte cuenta de que es el hombre de tu vida, de que con él quieres pasar miles de momentos y vivir miles de sonrisas inquietas que hagan que te pique la garganta. Sonreír, porque le miras a los ojos y sabes que no hay nada más que te haga perder el control, que te hipnotice. Abrazarlo y no querer dejarle ir porque es como si te sintieras a salvo, como en casa. Besarle mil veces, y sentir que necesitas otras mil más para poder seguir viviendo. ¿A caso podemos anteponer miedos a algo como eso? Es normal que todos critiquen la parte mala, si no han sabido vivir la buena. Es cierto, el amor duele, pero lo que no duele: no vale la pena. Es verdad, el amor es complicado, pero totalmente esencial. Y enamorarse: eso es algo que no se puede evitar.
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