miércoles
Querido Pocoyó:
Nunca he echado un vistazo hacia atrás en mi vida, si hay algo que he aprendido de todo es que se debe ir adelante, siempre adelante. Los errores deben cometerse alguna vez si quieres aprender, pero luego me doy cuenta de que cometo el mismo error, y que lo que aprendí no me sirve de nada. Hoy me miro al espejo y no me reconozco, soy totalmente otra. Ya no soy aquella niña tonta que se pasaba todo el día llorando por ti, y que renunció a todo por un "nosotros". Ahora puedo mandarte a paseo sin ningún problema. Puede que me haga daño; pero la vida no es vida si no la sufres. Porque me da igual ya, me la resbala si follas o fallas. No eres más que un inmaduro, un niño pequeño con aspiraciones de hombre.
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