martes
Ser o creer que es.
Cuerpo y alma. Dos cosas distintas: una existe, la otra solo es cuestión de creer que está. ¿Será por eso que me siento como si estuviera dividida? Ya no es por opinión, ni por gustos. Es simple y extrañamente que no sé dónde estoy. En qué parte de mi vida me perdí, cuándo dejé de pensar en lo que sentía para sentir lo que pienso. Antes había una parte de mí que tomaba las decisiones, la mayoría erróneas, pero las tomaba. Ahora ya no está. Antes tenía algo que siempre me hacía fuerte. Ahora normalmente falla. Solía ser una chica que sabía lo que quería, ahora hay dos partes de mí. Una que no entiende de nada, pero está dispuesta a luchar por todo. Y otra que sabe lo justo y necesario, pero prefiere no arriesgarse. Lo que más lamento: es que no haya una parte de mí preparada para querer. Para enamorarse sin miedo, para dar un todo por todo sin temer a nada. Es raro. Pero supongo que es como al principio: unas partes existen, otras es solo cuestión de creer que están.
sábado
Quizá algún día, pero mientras tanto: adiós.
Se acabó ser la chica inocente que se quede colgada de tus suspiros, la que siempre sonríe cuando haces estupideces o la que está siempre pendiente de tu hilo. Estoy cansada. ¿Es que no te das cuenta de ello? ¿No ves que ya me has roto demasiadas veces? Lo siento, pero ya no habrá más rompecabezas en mi vida, no pienso ser la que se quede a recoger los pedazos de lo que tú arrases. Está todo muerto, absolutamente todo; y lo más curioso es que tú también lo sabes pero no paras de intentar resucitarlo. Se acabó, no hay más historia que escribir, ni hay más papel que quiera sostenerla. Mis sentimientos están perdidos y yo desconcertada. Ya no soy la que se hace preguntas, ahora soy la que da respuestas. Y quizá algún día tenga que mirarte a la cara y enfrentarme a un dolor que me matará desde dentro, pero mientras tanto: adiós.
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