sábado

Mi vida.


 Alomejor hay palabras para describirle, para definir todo lo que representa; pero yo no las encuentro. Puede que me tachen de inculta, o de persona que carece de conocimiento sobre palabras, pero no es eso; no cualquier persona puede entender lo que me hace sentir con tan sólo sonreírme.  
Es tan sumamente especial que la gente diría que soy exagerada, y tan único que nadie entendería por qué.
Cada momento que paso a su lado, no es único, ni especial, sino diferente; quizá por eso no entienden que mis pensamientos, mis sentimientos, y mi mundo, giren a su alrededor.
Muchas veces me siento sola, siento que nadie me comprende y que ya sólo me queda el abrazo del silencio, pero entonces aparece él y entorna una sonrisa que me devuelve las ganas de seguir adelante.
Sonreír a su lado es como si ya no existiera nada ni nadie que pudiera vencerme, y reír a carcajadas con él provoca en mis oídos el sonido más bello de todos. Jamás podría separarme de su abrazo, ese calor sólo lo siento cuando me rodea y sé que estoy segura. Cuando me mira; horas, minutos, segundos y cualquier medida de tiempo, se detienen y el momento se queda totalmente parado para que pueda ser infinito. En el encuentro de sus labios con los míos, siento como muero y resucito, y dentro de mí todo se mueve. Si me coge de la mano y entrelaza mis dedos con los suyos, es como si ya no supiera donde acaba mi mano, y empieza su cuerpo, y cuando me acaricia, mi piel se torna débil y comienza a erizarse cada centímetro de mi cuerpo. A veces me quedo dormida en su pecho, me encanta escuchar como late su corazón, hace que el mío vaya al compás. 
Me conoce como nadie, y sabe que daría mi vida y todo lo que fuera necesario para que jamás se fuera de mi lado, soy egoísta, lo sé pero prefiero aferrarme a la idea de que el amor no es efímero. No hay nada más perfecto que el sonido de su voz acariciando mi oído, y tenerle sobre mi pecho viendo como su pelo, se enreda en mis dedos. Le quiero contra viento y marea, y derramaría lágrimas de sangre por no verle sufrir jamás.
Él me ha echo ver que no hay nada más perfecto, que la imperfección. Junto a él he empezado mi vida, y junto a él quiero terminarla.

miércoles

¿Sabes esos momentos que sientes que el mundo se te viene encima?
Piensas que ya no hay marcha atrás, y que tampoco se puede ir hacia adelante porque el camino está dividido, y buscas la elección correcta, pero no existe. Momentos en los que te encuentras entre la espada y la pared, y sólo quieres cerrar los ojos y pensar que no ha pasado, que no es real. En esos instantes nos damos cuenta de que la decisión correcta, nunca es la adecuada. En esta vida, los errores vienen de fábrica; y no puedes pretender esquivarlos porque vayas a donde vayas, siempre habrá un escalón mayor que otro y más difícil de superar. Siempre podremos pararnos a pensar y escuchar que es lo que nos dice nuestra razón, pero no nos servirá de nada. La vida es un juego de azar, consta de suerte; unas veces se gana y otras, se pierde.

lunes




No te pido perdón aunque a veces te llore, te di lo mejor de mí pero al parecer para ti, fue demasiado.
La historia de siempre se repite, utilizas tus jueguitos de azar para camelarlas a todas sin embargo conmigo no te funcionó. Presumes como si fuera un deporte más, sabes que las tienes a todas comiendo de tu mano y te creces como si estuvieras en o alto, pero te digo algo, caes bajo sin freno alguno. Conmigo te equivocaste, no sabías que yo; era algo más que una Barbie que caminaba y hablaba, pero te demostré que si juegas con fuego, te acabas quemando. La vida sigue, y a mi ya no me hacen falta los momentos inservibles que viví contigo para seguir adelante, porque es más grande la pena que te tengo, al cariño que te tuve.